Sasha4Arts Blog

Pues resulta que, según una tía que me acaba de parar entrando a mi casa con mi bicicleta, yo so y un ladrón de bicis. 

Ella anda en moto y se detiene junto a mí y me pregunta, “Hola, donde compraste esa bicicleta?”. Pues yo, de buena gente, pienso que es que le gustó la bici y quiere una igual. “En Decathlon (una tienda de deportes que hay aquí en Europa)” le digo. “Y cuándo la compraste?”. Puf, pues no se, hace como 4 años. Por qué?”

“Porque a mí me robaron una igual”. 

Ahhh, ahora entiendo la situación. “Y era igualita, tenía estas cositas y todo!”. Las cositas en cuestión son los tornillos para poner el potecito de agua. Si no tienes potecito de agua, pues todas las putas bicis tienen esas cositas. 

“Ah”. Digo yo. 

“Tengo la denuncia” dice ella. No se si a manera de amenaza o qué. 

“Bueno, pues te aseguro que no es esta”. Digo yo. 

“Pero tienes la factura?”

“No, no la tengo.”

“Por lo menos me puedes decir el año en que la compraste?”

“Coño, ya te dije, hace como 4 años más o menos, no me acuerdo!”

Ya a estas alturas estoy harto de la tipa y le digo “Bueno, tú misma. Si me quieres meter una denuncia pues ya sabes donde vivo.”

“No, no lo se”. Rebuzna ella. 

Así que además de tarada ciega!

“Pues aquí”. Le digo yo. Que no me viea que abrí la puerta con una llave?

“Podemos llamar a la policia?” Pregunta la lumbrera.

“Tú puedes llamar a quien tú quieras, pero me estás acusando de que te robé la bicicleta y no se qué así que muy cooperativo no estaré.” y me escabulli por el ascensor. 

Lo que me da una rabia inhumana es que sea yo el que tenga que demostrarle a ella que no me la robé, y que no soy un vulgar ladrón. Pero que coño? Hemos llegado a tal punto que en vez de decir “perdona, te importa si chequeamos el número de serial con el de la denuncia a ver si son distintos?” Que con mucho gusto lo hubiese hecho. Decimos: “muéstrame la factura, demuéstrame que no eres un puto ladrón o llamo a la policia”.

Esta tipa es tan astuta que va por la calle y cuando ve una bici que se ‘parece’ a la de ella, asalta al dueño y lo increpa con amenazas de que si no tienes la factura vas preso. Pero que par de cojones!